Uno de los factores de impacto es la dificultad para el abastecimiento de fertilizantes y combustibles; se suma la incertidumbre política


La Bolsa de Cereales de Buenos Aires alertó que la intención de siembra de trigo en la nueva campaña se reduciría en 200 mil hectáreas.

Qué va a pasar con la siembra de trigo
Según la entidad porteña, el escenario previsto a pocas semanas de comenzar la nueva campaña de trigo permite proyectar la superficie a ocupar con trigo en 6.500.000 hectáreas, reflejando una reducción interanual del área a sembrar de 200.000 hectáreas (Trigo 2021/22: 6,7 MHa sembradas).

La actual proyección de superficie de trigo, a pesar de reflejar una caída interanual del -3 %, ubica el área que se destinaría al principal cereal de invierno por encima del promedio de siembra de las últimas cinco campañas (Promedio de siembra 2017/2022: 6,3 MHa).
"De concretarse la presente proyección, nos encontraríamos frente a la cuarta mayor superficie implantada en 23 campañas. No obstante, este escenario permanece sujeto a la evolución de las condiciones climáticas durante la ventana de siembra", indican los especialistas.

"Con el paso de las semanas se ha ido consolidando una leve tendencia negativa sobre el área que ocuparía el cultivo de trigo durante este nuevo ciclo. Entre los factores que explican la baja se encuentran los aumentos en los costos de insumos, la mejora relativa en los márgenes del cultivo de cebada, y especialmente las políticas domésticas que afectan al cultivo de trigo y la incertidumbre en relación a futuros cambios en las mismas", agregan.

Factores de impacto en la siembra de trigo
De acuerdo con el relevamiento de la intención de siembra de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se han identificado una serie de factores que explicarían en gran medida la caída interanual del área destinada al trigo prevista para este nuevo ciclo, entre los que se destacan:

Un escenario climático global en transición de “La Niña Débil” hacia un “Neutral Frío”.
Elevados costos de insumos claves para el paquete tecnológico aplicado al cultivo.
Dificultades para el abastecimiento de fertilizantes y combustibles.
Políticas de derechos de exportación y restricciones comerciales que impactan sobre los precios recibidos y el normal funcionamiento de los mercados.
Expectativas de nuevos cambios en estas políticas y mayores restricciones.
Una mayor intención de siembra de cebada, principal competidor del trigo sobre el extremo sur de la región agrícola. Esta intención estaría traccionada por los mayores precios de la cebada, las ventajas que posee este cereal para los planteos de soja de segunda, y las menores expectativas de intervención sobre el cultivo a través de políticas públicas.
Si bien este conjunto de factores podría traccionar una mayor caída interanual del área sembrada, existen otros factores que atemperan la caída y permiten proyectar una superficie aún por encima al promedio de siembra de las últimas cinco campañas. Entre los factores positivos se destacaron:

Un favorable escenario de precios para el trigo y expectativas positivas ante la situación del mercado internacional.
Buen desempeño del trigo ante escenarios climáticos adversos, con buenos rendimientos recolectados durante el ciclo previo, a pesar del impacto climático de “La Niña” durante el ciclo 2021/22.
El rol del cultivo en la rotación y los servicios que brinda al sistema productivo.
La posibilidad de ajustar la inversión en tecnología, gracias a la diversificación en la aplicación de fertilizantes a la siembra o en macollaje, permitiendo de esta forma ajustar dosis en función de la evolución del clima y el potencial del cultivo.