A pequeña escala, el mapa interactivo muestra el contenido de carbono orgánico en los primeros 30 centímetros de suelo. También actualizaron los mapas de materia orgánica, fósforo y PH.


El Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba informó sobre la publicación de nuevos mapas interactivos con información muy útil para la toma de decisiones agronómicas.

La principal novedad es la presentación de un mapa de almacenamiento de carbono orgánico del suelo (COS).

Además, a través de Infraestructura de Datos Córdoba (IDECOR), se actualizaron los últimos mapas a escala predial con una resolución de 90 metros por 90 metros (0.81 hectáreas) para materia orgánica, fósforo y pH.
“Los mapas, con una resolución espacial de 90 m x 90 m, incluyen datos de materia orgánica, fósforo y pH en el horizonte superficial (20 cm) a escala provincial. Además, un nuevo mapa que detalla el almacenamiento de carbono orgánico del suelo para los primeros 30 cm”, informó la cartera agropecuaria.

Y agregó: “Esta edición se destaca por su mayor resolución espacial, de 500 m a 90 m, incorporando nuevos datos y actualizando covariables. Los mapas resultan esenciales para evaluar la salud y productividad del suelo, influyendo en decisiones agrícolas sostenibles”.

MAPAS SOBRE LOS SUELOS DE CÓRDOBA
Desde el Gobierno mediterráneo recordaron que el mapeo digital de sus suelos (MDS) realizado en Córdoba es resultado de un trabajo colaborativo sin precedentes, sostenido durante cuatro años, que contribuye al diagnóstico y el cuidado de este recurso estratégico.

Es posible gracias al trabajo articulado del Ministerio de Bioagroindustria, Idecor con respaldo científico de Conicet, el INTA Regional Córdoba, instituciones académicas y empresas del sector agropecuario.

“La actualización de los mapeos digitales permite tener una diagnóstico y evolución del estado de los suelos a una escala regional. Toma una importancia considerable cuando podemos agregarle el mapa de suelos a una escala de semidetalle y actualizado, ya que permite una planificación predial”, comentó Matías Godino, director de Conservación de Suelos y Agua del Ministerio de Bioagroindustria cordobés.

“Los mapas, con una resolución espacial de 90 m x 90 m, incluyen datos de materia orgánica, fósforo y pH en el horizonte superficial (20 cm) a escala provincial. Además, un nuevo mapa que detalla el almacenamiento de carbono orgánico del suelo para los primeros 30 cm”, informó la cartera agropecuaria.

Y agregó: “Esta edición se destaca por su mayor resolución espacial, de 500 m a 90 m, incorporando nuevos datos y actualizando covariables. Los mapas resultan esenciales para evaluar la salud y productividad del suelo, influyendo en decisiones agrícolas sostenibles”.

MAPAS SOBRE LOS SUELOS DE CÓRDOBA
Desde el Gobierno mediterráneo recordaron que el mapeo digital de sus suelos (MDS) realizado en Córdoba es resultado de un trabajo colaborativo sin precedentes, sostenido durante cuatro años, que contribuye al diagnóstico y el cuidado de este recurso estratégico.

Es posible gracias al trabajo articulado del Ministerio de Bioagroindustria, Idecor con respaldo científico de Conicet, el INTA Regional Córdoba, instituciones académicas y empresas del sector agropecuario.

“La actualización de los mapeos digitales permite tener una diagnóstico y evolución del estado de los suelos a una escala regional. Toma una importancia considerable cuando podemos agregarle el mapa de suelos a una escala de semidetalle y actualizado, ya que permite una planificación predial”, comentó Matías Godino, director de Conservación de Suelos y Agua del Ministerio de Bioagroindustria cordobés.
En el mismo sentido, Fernando García, profesor libre de la Facultad de Ciencias Agrarias Balcarce (UNMdP) y presidente de la Comisión de Fertilidad de Suelos y Nutrición de Plantas, de la International Union of Soil Sciences (IUSS), apuntó que, entre muchas otras funciones, el suelo como recurso natural no renovable, provee el 95% de los alimentos a nivel mundial.

“Conocer su estado de salud y capacidad de sostener producciones agropecuarias es esencial para hacer un uso responsable del mismo y preservarlo para generaciones futuras. Por esta razón, es fundamental contar con mapas que muestren sus principales propiedades químicas, físicas y biológicas y que estas determinaciones se realicen periódicamente para saber la evolución de la salud del suelo”, explicó García, quien se desempeña como consultor en fertilidad de suelos y nutrición de cultivos.