Las condiciones térmicas predisponen a la planta a una excesiva transpiración con un consecuente efecto negativo en el crecimiento. Las técnicas de manejo por una especialista del INTA.


Ante el fin de la primavera y la llegada de las altas temperaturas estivales, tiene especial importancia cuidar del excesivo calor a las especies de la huerta.

Estas condiciones térmicas predisponen a la planta a una excesiva transpiración para regular su temperatura metabólica, con el consecuente efecto negativo en el crecimiento. Además, la falta de agua le puede generar un estrés hídrico.

Existen diversas estrategias que pueden ser recomendadas para aplicar en épocas de altas temperaturas en las huertas. A continuación se lista una serie de estrategias de manejo por una experta en huertas del INTA, Mónica Filippi.

Las técnicas de manejo
Incorporación de abonos orgánicos: esta técnica incrementa la capacidad de almacenar agua en el perfil del suelo.
Uso coberturas de suelo o “mulchs”: la estrategia se utiliza para impedir la evaporación del agua del suelo y la demanda transpiratoria de la planta y promover los mecanismos para mantener la eficacia en la absorción de agua. A su vez, pueden ser desde polietilenos u orgánicos (como restos de paja, de cosecha, del desmalezado, hojas secas) hasta papel de diario.
Labranzas mínimas: no invertir el pan de tierra y semienterrar los residuos para evitar exponer el suelo desnudo a la deshidratación. Esto aumenta la evaporación y disminuye la infiltración.
Aumentar frecuencia de riego: conviene hacerlo más de una vez al día con menor volumen de agua muy temprano a la mañana y a la tardecita sin mojar las hojas ni el cuello de la planta para evitar “el quemado”.
Colocar cercos: Se deben utilizar para favorecer la ventilación y frenar la velocidad del viento. Pueden ser vivos o inertes semi-densos. Así como media sombra en cultivos desarrollados, no deben ser usados en la etapa de plantín.
Ventilación (en invernáculos): busca sacar al exterior el exceso de temperatura y humedad. Se realiza apertura de las ventanas. Los más adecuados para esta época son los que poseen el sistema de cenitales ya que permiten una expulsión eficiente del aire caliente en forma natural.
Técnica de sombreado: uso de medias sombras o ramas y blanqueado con cal de la cubierta de polietileno que permiten disminuir la temperatura del ambiente del invernáculo en dos o tres grados. Esto se realiza en cultivos desarrollados, porque la disminución de luz que implica, si puede alterar el crecimiento en plantines.
Demasiado calor
En este sentido, los plásticos especiales en la cubierta, que tienen un paquete de aditivos incorporados que los hacen opacos a las radiaciones infrarrojas, producen un efecto térmico y disminuyen la temperatura del ambiente del invernadero. Estos retienen el calor que se disipa por la noche.

Es vital importancia el control de las temperaturas nocturnas elevadas, ya que promueven una excesiva transpiración y actividad metabólica nocturna, con lo cual se ve limitado el crecimiento de la planta.

En las hortalizas de fruto (por ejemplo, tomates) la temperatura afecta tanto a la vida útil como el color de los frutos. Se recomienda una temperatura por debajo de 28 ºC porque la formación de pigmentos que le dan origen al color los frutos, se ve afectado por la temperatura.

En condiciones de estrés por calor los frutos formados serán pálidos y disminuirá su vida útil. Si su temperatura es demasiado alta, este tendrá menor firmeza.

Plantines
El manejo del trasplante en primavera verano, requiere de su realización en momentos del día con bajas temperaturas, ya sea al amanecer o al atardecer.

En cuanto a su trasplante, es conveniente hacerlo con pan de tierra y sólo las plantas con no más de 2 hojas, con lo cual cabe destacar la importancia en la prevención de la deshidratación y para ello realizar la poda correspondiente.

Para estimular el enraizamiento, se aconseja sombrear a los plantines con ramas o media sombra hasta el momento del establecimiento.