Un experto de la FAUBA recordó que la harina solo representa entre 7 y 10% del costo de elaboración de los panificados y aseguró que, pese a la sequía, no va a haber problemas de abastecimiento.


El docente de Cerealicultura de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), Daniel Miralles, se sumó a las voces que alertan que es un error culpar a las subas que eventualmente tiene el trigo a nivel internacional, de los aumentos que sufren los productos panificados.

“Es fundamental desmitificar el relato en el que se asocia el precio del pan al valor del precio internacional del trigo o de la harina. En una economía frágil e inestable, los reales motivos del aumento del precio del kilo de pan deben buscarse en otro lado”, subrayó Miralles al Servicio de Divulgación Científica de la FAUBA.

Miralles recordó al respecto que la materia prima principal para la elaboración del pan, que es la harina, solo representa entre el 7% y el 10% de los costos de elaboración.

MERCADO INTERNO Y EXPORTACIONES
Miralles hizo estas declaraciones en el marco de una nota que apuntó a prever qué puede pasar con el mercado del trigo en los próximos meses, a raíz de la sequía que reducirá de manera significativa la oferta del cereal.

En principio, aunque la campaña se pensó inicialmente para que alcanzara las 25 millones de toneladas y los pronósticos actuales se ubican en torno a las 12 millones, Miralles despejó dudas sobre que pueda haber problemas para el abastecimiento en el mercado interno.

“¿Aumentará el precio de los insumos debido a la pobre cosecha de trigo? A pesar de los magros rendimientos, el mercado interno, que consume aproximadamente 6 millones de toneladas, estará abastecido”, aseguró Miralles.

El problema, sí, es que se resentirán las exportaciones y, de manera transitiva, el flujo de dólares que suele aportar este cereal, junto a la cebada, durante los meses de verano.

Según Miralles, los cereales invernales aportan aproximadamente el 6% del total de las exportaciones argentinas: el trigo contribuye con un 4,5%, mientras que la cebada participa con un 1,2%. En conjunto, generan un ingreso anual cercano a los U$S 4.500 millones.

Al respecto, “los números muestran que ocurrirán pérdidas de casi U$S 2.000 millones en las exportaciones de estos cereales. Claramente, representa un aspecto negativo para un país como el nuestro, que debe imperiosamente generar la mayor cantidad de dólares posible por la vía de las exportaciones”, sostuvo Miralles.