La industria de la maquinaria agrícola vivió un año con muchos contrastes: de aquel “veranito” entre Expoagro y Agroactiva, a la incertidumbre electoral y a la suba de tasas que “plancharon” el mercado. La mirada de referentes e industriales del sector.


“De la nada a la gloria me voy”, reza una de las canciones más conocidas de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y es probablemente la sensación que tuvieron las empresas que fabrican y venden maquinaria agrícola en Argentina, en aquel segundo trimestre que encendió el motor y ayudó a la psiquis del sector.

La lluvia de financiamiento que se vio fundamentalmente en Expoagro, y que también siguió -aunque en menor medida- en Agroactiva, llevó a que la comercialización de tractores, cosechadoras, sembradoras, pulverizadoras, tolvas y demás otros implementos tuviera un “veranito”.

Pero ese mercado caliente tardó muy poco en enfriarse cuando comenzaron a acercarse las elecciones de octubre, el escenario financiero se descalibró y las expectativas mutaron hacia la incertidumbre.

A pesar del triunfo de Javier Milei, por el momento el sector no ha podido reactivarse y pone todas las fichas a 2026: la esperanza reside en una economía estabilizada y una cosecha récord que permita renovar el atraso tecnológico que tiene el parque de maquinaria argentino.LOS NÚMEROS DE LA MAQUINARIA AGRÍCOLA 2025
Los números son claros al respecto de esta evolución contrastante que tuvieron las ventas a lo largo del corriente año.

De acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) elaborado en base al reporte trimestral de maquinaria agrícola del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la facturación total por ventas en el sector ascendió a $ 2 billones entre enero y septiembre del corriente ejercicio, una cifra casi igual en términos constantes respecto a 2024, pero que está 4,8% por detrás del promedio de los últimos cinco años.

En tanto, “en términos de volumen, las ventas de máquinas agrícolas totalizaron casi 13.000 unidades en los primeros nueve meses del año, marcando un aumento interanual del 11%, aunque cabe aclarar que el período de comparación es el más bajo desde el comienzo de la serie”, menciona el estudio de la BCR.

Y añade: “En la comparación histórica, no obstante, el total de unidades comercializadas marcó un retroceso del 9,5% respecto al promedio del último quinquenio, siendo el segundo volumen más bajo de los últimos seis años”.En tanto, al posar la lupa en el análisis trimestral, el panorama difícil se hace aún más evidente. Mientras el primer semestre marcó una recuperación, el tercer trimestre significó un freno: la cantidad de máquinas vendidas retrocedió un 10,6% interanual, y se posicionó 17,6% por detrás del promedio de los últimos cinco años.

“En términos de valor, la caída también fue pronunciada: las ventas totalizaron $ 691.805 millones, una disminución real del 19,5% respecto al mismo trimestre de 2024 y 11,6% por detrás del promedio del último quinquenio”, amplía el relevamiento.

Para la BCR, es clave que “el mercado de maquinaria agrícola se encuentra fuertemente expuesto a los vaivenes macroeconómicos, que condicionan la toma de crédito y las decisiones de inversión. De esta manera, la incertidumbre macroeconómica de los meses recientes frente al escenario electoral, que provocó volatilidad en el tipo de cambio y en las tasas de interés, generó mayor cautela en las decisiones de financiamiento e inversión”.En este marco, las estadísticas de patentamientos de cosechadoras, tractores y pulverizadoras de la la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) confirman la marcha atrás de la maquinaria agrícola: en octubre y noviembre, midieron 1.052 unidades vendidas, 17,2% por detrás de los mismos meses de 2024.

MAQUINARIA AGRÍCOLA: LA VISIÓN DE LAS ENTIDADES
“Lo que quedó patente este año es que cuando hay financiamiento, los bienes de capital se mueven. Cuando no lo hay, no”, consideró Leandro Brito Peret, director Ejecutivo de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT).

Desde su punto de vista, es un aspecto absolutamente lógico, teniendo en cuenta el alto costo que tiene una máquina y que hace imposible poder acceder a la misma sin un crédito por detrás.

En diálogo con Infocampo para el Anuario 2025, Brito Peret puso un ejemplo claro: con las tasas competitivas que se vieron en el segundo trimestre, del 15%, hubo un pico de ventas extraordinario.

“De ahí en más, cuando empezaron a subir las tasas, el mercado se planchó. Hubo meses que tuvimos valores de 2024 o hasta por debajo, porque se sumó el contexto electoral en el que siempre el que está por hacer inversiones tiene más recaudos”, evaluó el referente de AFAT.

En este contexto, la esperanza de esta asociación que nuclea a las empresas extranjeras que operan en Argentina está puesta en que continúe el marco de estabilidad y se confirme la buena cosecha.

“A medida que aparezca el crédito, tiene que ser un buen año. El problema es que necesitamos que sucedan todas esas cosas juntas y el retraso tecnológico en Argentina es preocupante”, completó Brito Peret.En este marco, no descartó que puedan darse a corto plazo situaciones de fábricas que tomen alguna medida como adelanto de vacaciones, suspender turnos o eliminar horas extras, porque el freno provocó excesos de stock que deberán reducirse y recién ahí las plantas reactivarse a pleno.

En similar sentido opinó Enrique Bertini, titular de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA).

Durante la edición 2025 de Agrievolution Sumit, un evento de maquinaria y tecnología agrícola que se desarrolló en Buenos Aires en septiembre, el empresario pyme utilizó la misma metáfora de Brito Peret: “El mercado se planchó”, sintetizó.Bertini señaló a las tasas como el principal foco que frena la intención de compra de los productores, como punto principal de una cadena de vientos en contra para la rentabilidad, que incluye los bajos precios de los granos y las retenciones que, si bien se redujeron, siguen estando en niveles que dejan pocos márgenes positivos. Todo esto, en medio de un contexto electoral que siempre suma incertidumbre a la hora de pensar en realizar inversiones.

“El presidente (Javier Milei) devolvió parte de las retenciones, pero eso no alcanzó para mover el mercado. El tema es un poco la tasa, un poco los impuestos. Y el ambiente político también influye. Pero la realidad es que hoy al productor la rentabilidad no le da”, advirtió.El problema es que, según Bertini, este freno en las ventas se está trasladando a la actividad fabril, con compañías, sobre todo proveedoras de insumos, que están teniendo ya que incurrir en ajustes de horas o reformulación de días de trabajo, como consecuencia de la menor actividad.

“Esto ocurre claramente porque no hay ventas, y nadie quiere dejar de cumplir sus obligaciones, pero si no hay ventas, no tiene cómo. Así que la situación es complicada, es como una agonía para muchas empresas”, graficó.

En este marco, reconoció que la expectativa es que el clima siga acompañando como viene sucediendo con el inicio de la campaña 2025/26.

“Al menos la naturaleza nos está jugando a favor”, mencionó.

MAQUINARIA AGRÍCOLA: LA OPINIÓN DE LAS EMPRESAS
En este contexto, Infocampo consultó también a referentes de varias firmas de maquinaria agrícola que dieron su parecer sobre lo acontecido en el año, y cuyas opiniones se resumen a continuación:

Marcela Silvi, gerente general y vicepresidenta en Industrias ERCA
Según la ejecutiva, el lado positivo del 2025 fue que el objetivo de producción a capacidad máxima casi se cumplió en el caso de su compañía, aunque lamentó que podrían haber producido más, pero la incertidumbre electoral, el movimiento de tasas y la duda de qué pasaría con el dólar hicieron frenar muchos planes.

De todos modos, destacó los convenios bancarios que se logaron, por ejemplo, con el Banco de Santa Fe durante Agroactiva, que permitieron cerrar múltiples negocios y cerrar un año positivo.“El balance en definitiva es bueno, y con muchas posibilidades de un 2026 mejor”, resaltó la vicepresidenta de la fábrica de sembradoras de Armstrong.

Adrián Bonfigli, gerente comercial de Next Siembra
Aunque también percibió “muchos desafíos, sobre todo en un año electoral y de tasas altas, que obligaron a repensar muchos negocios”, el referente de la empresa que fabrica tecnología para sembradoras calificó como “positivo” al 2025.

“Se vio que hay una nueva forma de hacer negocios en el país. Fue un año de transición en que las empresas demostraron la capacidad de adaptación que tienen y el productor demostró también su capacidad de avanzar y sumarse a la tecnología que hay, a pesar de la incertidumbre”, resumió.

Carlos Palmeri, gerente general de Jacto
Desde la firma experta en el mercado de pulverizadoras, y que este año anunció su decisión de comenzar a producir también sembradoras en Argentina, observan un mercado que “continúa con un leve repunte”, sobre todo en cosechadoras.

Pero en el caso de pulverizadoras, “se marca una diferencia positiva, con respecto a los dos años previos, en valores que entendemos que deberían ser el 75% del valor normal del mercado para actualizarse en tecnología”.

Pensando en 2026, Palmeri dijo que son “optimistas” sobre que el mercado va a seguir creciendo gracias a las muy buenas condiciones de productividad que se están viendo ya con la cosecha de trigo y a la “pequeña, pero alentadora, baja de retenciones”.En tanto, coincidió con el resto de los referentes con relación a que “va a depender mucho de la oferta financiera que exista, ya que los bienes de capital como estos requieren de financiación de largo plazo y con tasa de interés bajas para que el mercado circule”.