La entidad se expresó tras el anuncio del Gobierno de que se eliminará el Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena. No defendió el funcionamiento de un Instituto, pero sí de un área específica para el sector.
La Federación Agraria Argentina (FAA) emitió este martes un comunicado en el que expresó su posición luego de que el Gobierno nacional anunciara el cierre del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI), para devolverlo a su condición original de Dirección Nacional.
“En el decenio de la agricultura familiar, Argentina debe discutir políticas públicas específicas, en el ámbito adecuado dentro de la Secretaría de Agricultura”, se titula el texto que dio a conocer la entidad presidida por Carlos Achetoni.
Para la FAA, “sería un error eliminar el área donde Argentina debe discutir políticas públicas específicas”, porque “más allá de comprender la importancia de analizar cómo se venía gestionando dicho instituto, y las necesidades económicas que aquejan al país, que obliga a reducir gastos, sostenemos que los pequeños productores comprendidos en ese universo siguen necesitando del apoyo técnico, asistencia y acompañamiento de parte del Estado Nacional”.
LA GESTIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR
De alguna manera, el texto de la Federación buscó ser equidistante en medio de las disputas políticas: no defendió el funcionamiento del Instituto, aunque sí pidió que siga habiendo políticas específicas para la agricultura familiar, campesina e indígena.
“Han sido muchos años de lucha para lograr la sanción de la ley de reparación histórica de la AFCI 27.118, que contempla las especificidades, necesidades y características de miles de productores familiares de nuestro país, y que a la fecha continúa sin ser efectiva, porque ninguno de los gobiernos que estuvieron a cargo desde su sanción la reglamentó íntegramente”, recordó la FAA.
Vale recordar al respecto que quien transformó la Dirección Nacional en un Instituto fue Alberto Fernández, en noviembre de 2022, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
“Sin embargo, los errores de la política, o los posibles hechos que quieren investigar, no pueden hacernos perder el foco de la discusión: si hubo errores o abusos, deben corregirse; pero no debe eliminarse el área, pues las necesidades son reales, y los productores, allí estamos”, continuó la FAA.
Y resaltó: “En todo caso, la política debe resolver los problemas que generaron los políticos. Pero no debe desatender a este grupo social y productivo tan postergado, que en muchos casos sólo ha servido como excusa para que inescrupulosos hicieran negocios, mientras las carencias en el interior productivo persisten”.
El párrafo final completa todas estas ideas: “Los agricultores familiares no somos ni queremos ser sujetos de asistencialismo. Somos productores, con una escala más pequeña, por lo que queremos seguir siendo tratados como tales, en el ámbito donde corresponde, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, respetando y haciendo efectivas las conquistas que alcanzamos con la ley 27118, sin abusos de los políticos de turno. En el decenio de la agricultura familiar, reconocido por todos los países del mundo, como país no podemos cometer el error de dar un paso atrás”.