Manuel Olarra Lynch, vicepresidente de Angus, consideró que si bien la genética argentina sufre el efecto de la baja de precios en la ganadería, consiguió cerrar buenos negocios en mercados de relevancia.


La genética bovina enfrenta un segundo semestre de 2023 colmado de desafíos.

En el caso de la Asociación Argentina de Angus, este sendero comenzará en junio, con la 80° Exposición Angus de Otoño y seguirá con la 135° edición de Palermo. A esta coyuntura productiva, se sumarán las elecciones, que en primer término dirimirán las candidaturas y en octubre quien llegará a la Casa Rosada.


“Los productores quieren ampliar su negocio, expandirse y ofrecer un mejor producto. Tenemos todas las herramientas para un boom ganadero y ofrecer más carne al mundo”, consideró Manuel Olarra Lynch, vicepresidente de Angus.

En el marco de la presentación de la Expo de Otoño, el directivo analizó las perspectivas para la genética bovina, en un año complejo para la economía argentina, que además contará con la presión que genera un proceso eleccionario.

Para el directivo, la muestra ganadera de Palermo será una oportunidad de conocer las propuestas que los candidatos ofrecerán al sector.


“Es año de elecciones, pasarán muchos políticos por la muestra y ellos quieren participar y escuchar a los productores y ver cómo están los ánimos”; consideró. Y agregó: “Gane quien gane, se darán cuenta que ha llegado el momento de dar soluciones para permitir el crecimiento del sector”.

EL IMPACTO DE LOS PRECIOS
Además de la incertidumbre que generan el escenario económico y político en la producción ganadera, la evolución de los precios representa una fuerte preocupación para el sector. De acuerdo a estadísticas privadas, en el último año tanto terneros como animales de consumo tuvieron aumentos en sus cotizaciones muy por debajo de la inflación.

“La genética local copia esta tendencia, porque en los remates de reproductores tanto toros vacas vaquillonas acompañan eso”, señaló Olarra Lynch.

“Si bien los precios ganaderos se han atrasado, lo importante es que tenemos un futuro si conseguimos que el país se acomode y logramos previsibilidad, tenemos todas las herramientas para crecer mucho en ganadería”, afirmó.


Manuel Olarra Lynch, vicepresidente de Angus

Con respecto al comercio exterior de genética, consideró que Argentina logra cerrar negocios, aun pese a mercados que interponen barreras sanitarias, que en realidad constituyen un cerco paraarancelario.

“Este último año ha habido logros de cabañas argentinas en el exterior importantes y la genética argentina es muy apreciada en el mundo, más allá de las diferencias en el tipo de cambio“, sostuvo.

Para el directivo, Brasil representa un ejemplo de como la combinación de políticas con proyección y uso de genética de punta impactan en la calidad de la carne producida. “Además de aumentar su producción, mejoraron la calidad de la carne que ofrecen al mundo”. De este modo, explicó que en la actualidad, los bifes brasileros compiten a la par de los argentinos en todo el mundo.

“Gracias al cruzamiento con Angus y a una política coherente en exportaciones, consiguen ganar mercado”

Durante la conversación, el vicepresidente de Angus hizo hincapié en la necesidad de pensar políticas de largo plazo para la actividad. “Acabo de volver de una gira de 15 días viendo ganadería en países que han dado el marco adecuado para ese crecimiento y hoy vemos que en 50 años han duplicado su producción”, concluyó.