Así lo señala un informe del Rosgan. El impacto de la suba de precios genera una paradoja: aunque el consumo mejoró en el último año, los argentinos están gastando menos dinero en carne que en 2022.


En un contexto de incremento en la producción ganadera, el consumo de carne vacuna registró un leve incremento.

Pero de acuerdo al Mercado Rosario Ganadero (Rosgan), al analizar en detalle esta tendencia, se percibe que el poder de compra de los consumidores cayó en los últimos tres años y además, los clientes gastan menos dinero en las carnicerías.


El retroceso en el poder de compra de los consumidores no es un dato menor, porque representa el mayor obstáculo a la hora convalidar ajustes de precios en los remates ganaderos.



Según calculó el IPCVA en base a datos del Ministerio de Trabajo, con un ingreso medio en el tercer trimestre de 2022, se podían comprar 66 kilos de carne vacuna por mes. Este poder adquisitivo fue un 30% menor, en relación al mismo período de 2019.


LA CURVA DE LOS PRECIOS
En los mostradores, los precios de la carne vacuna suelen presentar un comportamiento estacional y realizan sus ajustes dos veces al año. En primer término, entre marzo y abril, a partir de una mayor demanda y luego, sobre el último trimestre del año.

“Sin embargo, el año pasado, durante todo el segundo semestre el precio de la carne vacuna fue ajustando por debajo del aumento general registrado por el resto de los bienes y servicios, llegando a acumular un retraso de más de 56% contra inflación, a inicios de este año”, señalaron desde la entidad.


Este escenario se genera a partir de una demanda debilitada en su poder de compra y una oferta elevada de hacienda, producto de la seca. De este modo, el precio de la carne no termina de acompañar el ritmo de ajuste que marca la inflación.

Aún así, las estadísticas de consumo de carne exhiben un signo de recuperación y se acercan a los 50 kilos anuales por habitante, unos dos kilos más si se compara con el mismo período de 2022.

En este punto, el Rosgan señaló que esto se debe a la elevada oferta ganadera, con precios que -pese a las últimas subas- siguen retrasados con respecto a la inflación.

SE CONSUME MÁS, PERO SE GASTA MENOS
El Rosgan analizó el comportamiento que muestra el consumo por habitante de carne vacuna y cual es el nivel de gasto. En los últimos 12 meses, señalaron que si bien creció el volumen de compra, el presupuesto es menor.


Los datos oficiales permiten ratificar esta tendencia. De acuerdo a la Secretaría de Agricultura, el consumo per cápita creció un 3,6% en el último año, pero el gasto promedio fue de $7.565 por persona y por mes, un 5,1% menos.