Este lunes se cumplen 16 años desde que el 11 de marzo de 2008 el por entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció el esquema de retenciones móviles, lo que generó una revuelta agropecuaria que quedó en la historia.


Nadie dice que la soja es mala. Pero sí tiene profundos efectos en el resto de las actividades productivas: encarece el precio de la tierra y tiene un impacto laboral muy bajo”.

Esa fue una de las frases que, el 11 de marzo de 2008, el por ese entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, utilizó para justificar una medida que terminó derivado en una de las protestas populares más grandes de las que se tenga recuerdos en Argentina.

Se trata de la Resolución 125, que intentó imponer el esquema de retenciones móviles, con una suba inicial de la alícuota que se iría al 45%, y que fue resistida por el campo con piquetes y fuertes manifestaciones en las rutas y en ciudades y pueblos del interior del país.

Tal suceso fue, además, la génesis de la Mesa de Enlace, ya que hasta aquel momento, las cuatro entidades del campo realizaban sus planteos y reclamos por separado.

LAS RETENCIONES, UN DEBATE INTERMINABLE
Este lunes se cumplen 16 años de aquel momento y la última semana, con el desarrollo de Expoagro, demostró que el debate por las retenciones se ha transformado en un cuento de nunca abacar.

Es que fueron numerosas las voces que volvieron a reclamar por este tema, que incluso también estuvo al borde de generar protestas en los primeros meses del año, cuando el Gobierno nacional, a través del ministro de Economía, Luis Caputo, intentó aumentar los derechos de exportación a numerosas actividades, con el fin de lograr el ansiado superávit fiscal.

El martes, en el inicio de la feria en San Nicolás, las cuatro cadenas –Acsoja, Argentrigo, Asagir y Maizar– e integrantes de la Mesa de Enlace volvieron a expresar su disconformidad con que siga existiendo este impuesto y que, además, en lugar de buscar un sendero para eliminarlo, se haya intentado incrementarlo.
Asimismo, la canciller Diana Mondino, al visitar la muestra, admitió que es imprescindible avanzar en un cronograma de rebaja o quita de este tributo, al que consideró una “desgracia”.

Y el tema siguió ocupando la agenda en los días subsiguientes. Por caso, el ex presidente, Mauricio Macri, además de dejar un mensaje en exclusiva para Infocampo, habló de las retenciones y señaló la necesidad de insistir con que se reduzcan.

“El sector agropecuario tiene una gran potencialidad y el gobierno lo sabe, esperemos que vayan desafectando los impuestos. Hay que insistir con la baja de las retenciones, el gobierno sabe que es un impuesto muy dañino y que tiene que eliminarlo lo antes posible”, sostuvo.

Para Macri, lo que necesita el campo es “desregular, mejores estructuras, más logística y menores impuestos para generar más trabajo”.
Otra voz que se escuchó al respecto fue la del economista y diputado José Luis Espert: “Es ridículo lo que se está haciendo con el campo, porque se le pone un impuesto antes de vender”, puntualizó.

Por eso, arengó al sector a “luchar” por la eliminación del gravamen a la exportación y contra el proteccionismo industrial.

Por último, el viernes, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, disertó sobre los desafíos de Gobierno que enfrenta el presidente Javier Milei y se refirió a las políticas necesarias para que la agroindustria argentina desarrolle todo su potencial a largo plazo.

En ese marco, y también celebrando la convocatoria del mandatario al “Pacto de Mayo”, incluyó como uno de los temas claves a tratar una “una reducción gradual de los Derechos de Exportación, tendiente a su eliminación, y un pacto fiscal que reduzca gradualmente la carga tributaria que grava a los distintos sectores de la cadena (Ingresos brutos, tasas provinciales, municipales, tasas de seguridad e higiene, caminos rurales, etc)”.