Pese a que es uno de los cereales más consumidos en el mundo, en Argentina su producción no repunta y se vio afectada por la falta de lluvias. El testimonio de un productor entrerriano.


El impacto de la sequía en la siembra y producción de arroz en Entre Ríos, la segunda provincia de mayor despliegue del cereal detrás de Corrientes, fue la segunda más baja de los últimos 20 años.

Con ese marco, por estos días un productor arrocero del corazón productivo entrerriano, allí donde se produce arroz mediante el uso de “pozos”, le aseguró a Infocampo que este año “hubo una reducción de aproximadamente un 15%, originada por la falta de lluvias. Ha sido una sequía brutal”.

La palabra corresponde a Enrique Funes, presidente de la cooperativa arrocera de San Salvador, en Entre Ríos. “Eso produjo también la bajante de los ríos. Y eso a su vez generó abandono de superficie sembrada y pérdida de rendimiento y calidad por los excesos de temperatura”, graficó.



“El arroz es nuestra principal actividad aquí. La producción a nivel nacional es de 900 a 1 millón de toneladas en el país y el consumo interno es de 700.000 toneladas”, apuntó.

Hoy el mapa de la producción arrocera nacional se divide entre Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Formosa, pero los métodos de las dos primeras varían en relación a las dos últimas: mientras que en Corrientes el principal uso es a través de represas que conforman los productores, en Entre Ríos se aplica un sistema de pozos. Y en Santa Fe y Formosa se extiende el uso de agua de los ríos de la zona.


La CASS cumplió 70 años el año pasado.

“Corrientes siembra unas 100.000 hectáreas y Entre Ríos unas 55.000. Sin embargo, a pesar de algunos faltantes de mercadería en góndolas de algunos hipermercados que se dieron en los últimos tiempos, desde nuestra cooperativa podemos afirmar que a nuestros clientes no le falta mercadería”, señaló Funes.

“La cooperativa arrocera de San Salvador no posee una gran participación en el mercado. Los faltantes se debieron a que esos comercios estaban abastecidos por molinos correntinos, donde fue más feroz la sequía”, afirmó.


“Por eso como productor, la estrategia que emplearía en un año como este sería la de no deshacerme de mercadería por la incertidumbre en la que estamos. El mejor refugio es conservar los granos y venderlo a medida que vas necesitando insumos para una nueva campaña. Es la mejor moneda de cambio”, recalcó Funes.

ACOPIO DE ARROZ
Según indicó, muchos de los productores arroceros que siembran en buena cantidad tienen su propia secadora y lo guardan cuando lo secan.

“Ése es el arroz cáscara. El resto, tiene la opción de enviarlo a los secadores, y en nuestro caso nosotros somos cooperativistas”, apuntó.

La otra opción para el productor agropecuario es la de secarlo en plantas privadas, donde también se puede acopiarlo y luego venderlo a lo largo del año.


Para la Bolsa de Cereales de Entre Ríos la producción en la provincia fue la segunda más baja de los últimos 20 años, lo que derivó en una producción total de 389.700 toneladas.

“Si bien Entre Ríos tiene un promedio de precipitación acumulada entre diciembre y febrero de 410 milímetros, en el ciclo 2022/23 cayeron solo 139, un 66% menos, y se sumaron a los registros negativos de las temporadas 2020/21 (28% menos) y 2021/22 (37%)”, indicaron los especialistas de la entidad.

MENOS PRODUCTORES
Otro aspecto del arroz en los tiempos que corren tiene que ver con que pese a que es uno de los cereales más cultivados en el mundo, en nuestro país el área de siembra y la cantidad de productores que se dedican al mismo no guarda relación con la dinámica global.

“Los molinos arroceros tomaron cada vez más relevancia en el sector y diversificaron la oferta de los productos a base del cereal, como alfajores, snacks o galletitas. Además el trabajo indica que el alto costo del abastecimiento de agua fue uno de los impulsores principales del cambio”, expresa el trabajo realizado por Gustavo Mozeris, profesor de la cátedra de Sistemas Agroalimentarios de la FAUBA, en marzo de este año.


Mozeris sostuvo que “el arroz es uno de los cereales más importantes en todo el mundo. En la Argentina, el cultivo se concentra en la Mesopotamia y ocupa una superficie implantada estable hace tres décadas”.

“En 1990, los productores eran cerca de 600, y en la actualidad son 170. A su vez, la superficie implantada se concentró; hoy, el 10% de los productores más grandes producen casi el 70% del arroz del país”, destacó el profesional.