De acuerdo con el Rosgan, los márgenes de la cría bovina están cada vez peor, con un precio del ternero que no logra repuntar. Invernadores y feedloteros, los más beneficiados por este escenario


La seca, la elevada faena de vacas y la mayor oferta de terneros livianos desbalancearon el negocio ganadero en los últimos meses.

Mientras los feedlots recuperaron algo de rentabilidad, los planteos de cría fueron los más afectados, aunque no descartan que a medida que se recupere la disponibilidad forrajera en los campos y aumente la retención de vientres, esta tendencia cambie. El factor electoral también será un dato a tener en cuenta.


El mercado ganadero de Rosario Rosgan analizó este escenario a partir de la rentabilidad en los campos de cría.

De acuerdo al último informe de Márgenes Económicos Ganaderos elaborado por la Secretaría de Agricultura, el margen bruto de un establecimiento de cría en la Cuenca del Salado es de $ 26.611 por hectárea.


En relación a junio del año pasado, esta cifra representó una caída del 43% y un 23% menos con respecto al promedio de la última década. “Del mismo modo, para sistemas de recría, hay números mucho más ajustados que los de años anteriores”, advirtieron desde la entidad.

Este escenario se encuentra -en gran parte- condicionado por la disponibilidad actual de pasto y reservas forrajeras. En regiones como el oeste bonaerense o sur de Córdoba, las lluvias llegaron en el momento justo y permitieron recomponer la oferta de pasto en el inicio del invierno.


INVERNADA Y FEEDLOT, CON VIENTO A FAVOR
En la vereda opuesta, invernadores y feedloteros aprovecharon esta situación y pudieron recomponer sus márgenes, gracias a la abundante oferta de terneros.

A partir del adelantamiento en la zafra, la relación de compra-venta para estos dos eslabones del negocio fueron muy favorables, casi un 30% menor en relación a las últimas campañas.

“En el caso del feedlots -contrariamente a lo esperado- esta relación también se vio acompañada por un abaratamiento de la alimentación y a pesar de la menor oferta de granos producto de la seca, el costo del alimento no tuvo hasta el momento la reacción alcista que se esperaba”, señalaron.

La cotización en el maíz es la principal variable para explicar esta tendencia. En el transcurso de 2023, el costo de alimentar a los vacunos en el feedlot retrocedió entre 30% y 35% y con este viento a favor, los corrales estarán más ocupados, posiblemente también comiencen a vaciarse de manera más anticipada.



En el caso de la cría, si bien no se vislumbra una recuperación en el corto plazo, en los próximos meses, el clima y la política pueden empezar a torcer este derrotero.

“A medida que los campos permitan aumentar la retención de vientres y terneros, la cría ingresará a una fase de recomposición de valores que -dependiendo del desenlace político que plantea este año electoral- podría suponer el inicio de cambio en el ciclo ganadero que favorezca la recuperación y crecimiento sostenido del stock”, concluyeron.