El Gobierno comenzó a pagar los beneficios anunciados en el marco del Plan Lanar y que significan un aporte de hasta $ 600 por cabeza para ganaderos de la Patagonia y del partido de Patagones de Buenos Aires.


En base a la resolución 64/2023 firmada por el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación Juan José Bahillo, el Gobierno determinó el primer pago de las compensaciones para los productores ovinos que se sumaron al Plan Lanar.

Se trata de un monto total de $ 516.375.942,78 para productores de las provincias de “Río Negro, Chubut, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”. Además también corresponde a quienes realicen la actividad en el partido bonaerense de Carmen de Patagones.


El monto total será asignado a razón de $600 por cabeza y será para quienes al 31 de marzo del año pasado hayan registrado majadas de hasta 5.000 animales. Se trata de ovejas “esquilables”.


“Se considera oportuno realizar un primer pago del programa en función del análisis de las solicitudes presentadas hasta el día 31 de enero de 2023 inclusive”, plantea la resolución.

¿QUÉ ES EL PLAN LANAR?
Se trata de un programa de compensaciones en precios lanzado por el Gobierno en noviembre del año pasado, durante una reunión con representantes del sector que tuvo lugar en la ciudad de Viedma.

Allí Bahillo había afirmado que “la medida apunta a acompañar a una economía regional de vital importancia para la Patagonia, no solo en términos de divisas sino también como política de arraigo y ocupación de un territorio con una muy baja densidad poblacional“.



La medida había también tenido su marco propio: semanas antes del anuncio del secretario, la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), la Federación de Rurales del Chubut y la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro habían emitido un comunicado en el que advirtieron por el “estado angustiante” de la actividad.

En ese marco se habló de la posibilidad de un “dólar oveja”.

“El principal problema es la desastrosa brecha entre el dólar oficial con el que se cobra la lana, y el dólar real que define el aumento de los costos”, plantearon.