Este lunes será un día clave para el futuro de este sistema de comercialización: junto a las provincias, se espera que el Gobierno determine definitivamente hasta cuándo seguirá activa la media res.


La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca sorprendió durante la semana pasada a las provincias al dar marcha atrás sobre algo que ya había anunciado de manera oficial: la decisión de derogar la resolución que impone que, a partir de este lunes 15 de enero, la carne no puede salir de frigoríficos y matarifes en piezas que superen los 32 kilos.

El fin de la media res se anunció hace un año, y se iba a implementar en noviembre, pero no se pudo por la falta de adecuación de la mayoría de los establecimientos de faena del país. El plazo se prorrogó para este lunes, pero la realidad es que en la práctica tampoco se pondrá en marcha, pese a que en lo formal la resolución estará vigente, al menos hasta que se publique otra normativa.

Eso es algo que se debatirá en las próximas horas, cuando se reúna por primera vez la “Mesa Técnica” convocada por el Gobierno, para encontrar una salida junto a las provincias.
La comercialización de la media res tal como se venía haciendo ya no puede ser más, porque rige una normativa del Ministerio de Trabajo que impide que se descarguen piezas superiores a 32 kilos para resguardar la salud de los operarios.

La alternativa que impulsan los matarifes y frigoríficos locales es el uso de “medios mecánicos”, como una suerte de “camilla” o “carretilla” que permitiría trasladar la media res sin que impacte en el cuerpo de los trabajadores.

Quienes insisten con el troceo son los exportadores, argumentando también cuestiones de sanidad y de “modernidad”: en ninguna parte del mundo sigue existiendo la media res. “La Argentina nivela para abajo”, se quejó el presidente del Consorcio ABC, Mario Ravetino.

PRESIÓN DESDE EL MERCADO INTERNO
Bajo este panorama, la reunión de este lunes se encontrará con nuevas presiones de quienes faenan para el mercado interno e insisten en que no están dadas las condiciones para avanzar de manera rápida con este nuevo sistema de comercialización.

El pasado jueves, la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya) le envió una carta al ministro de Economía, Sergio Massa, para “plantearle la preocupación generada por las marchas y contramarchas producidas por la vigencia o derogación de la resolución sobre cuarteo obligatorio de carnes, cuya anulación fue anunciada por la Secretaría de Agricultura y Pesca luego de acordar con las provincias que su aplicación era inviable y ahora nos encontramos que se ratificará la vigencia”.

Según los matarifes, “abunda la fundamentación técnica sobre la inconveniencia e inviabilidad de la aplicación de la medida propuesta” y “tiene un amplio consenso entre los operadores de la carne la propuesta de que se deje sin efecto la normativa, permitiendo la aplicación de medios mecánicos para la descarga de carnes en pesos superiores a los 32 kilos, tal como lo establece la normativa del Ministerio de Trabajo”.

Para Camya, es fundamental que se reúna la Mesa Técnica con la participación de todas las partes y que se realice “un relevamiento sobre el estado de las cadenas productivas, evitando que la imposición de una única modalidad tecnológica favorezca a los oligopolios”, en obvia referencia al sector exportador.



Por su parte, el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), Miguel Schiaritti, se mostró muy escéptico en relación al futuro del troceo y remarcó que la clave es que el Gobierno finalmente otorgue el financiamiento que prometió y nunca ejecutó para que las plantas puedan adecuarse y sumar áreas de desposte.

“La visión que tenemos desde Ciccra es que la resolución no se va a poner de manifiesto de manera rápida, pero el Gobierno no quiere dar el brazo a torcer haciendo una nueva resolución que elimine la anterior”, expresó.

Para Schiaritti, lo más probable es que a partir de este lunes se establezca un cronograma de nuevos plazos, acordado con las provincias, en función de las situaciones que haya en cada una de ellas. Es decir, no es lo mismo las grandes como Buenos Aires o Córdoba, que las del norte del país.

“El problema fundamental sigue siendo la falta de créditos, que la industria no puede alcanzar”, continuó Schiaritti.

Y cerró: “Me da la sensación de que no es una buena medida, por algo el repudio y rechazo del sector, incluyendo los carniceros. Pero el Gobierno no quiere dar el brazo a torcer, avanza y retrocede, y la sensación que tenemos es que es una resolución que nació para no cumplirse”.