El ordeñe se redujo 2,9% en noviembre con respecto al mismo mes del año pasado. Hay que remontarse a junio de 2019 para encontrar una baja más grande.


Un total de 1.046 millones de litros de leche produjeron en noviembre los tambos argentinos, lo que significa una caída del 6,1% en relación a octubre (3% en el promedio diario) y del 2,9% en comparación con el mismo mes del año pasado, de acuerdo con el informe mensual de la Dirección Nacional de Lechería

De este modo, la caída interanual fue la más grande en casi tres años y medio: hay que remontarse a junio de 2019, 35 meses atrás, para hallar una merma superior.
En ese entonces, fue del 3,1%, según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).


“Evidentemente, los efectos de la importante sequía que afecta la mayoría de las cuencas lecheras y la incidencia de altos costos de producción (concentrados, entre otros insumos vinculados a la alimentación del rodeo) generaron esta reducción interanual de la producción en noviembre de 2022”, subrayó el OCLA.

¿EL 2023 TERMINA CON BALANCE NEGATIVO?
En este marco, un dato significativo es que con esta merma de noviembre, el acumulado de los primeros 11 meses se ubica con una suba de apenas 0,2%.

Teniendo en cuenta que las malas condiciones climáticas y de mercado continúen y se profundicen en diciembre, desde OCLA ya descuentan que el año finalmente cerrará con balance productivo negativo, cuando hasta hace solo algunos meses se presagiaba otro ejercicio en alza.


“Se evidencia desde mayo una desaceleración en el crecimiento interanual acumulado de la producción. Muy probablemente diciembre por las cuestiones meteorológicas (sequía), de los altos costos de producción y de los precios tanto del mercado interno como del externo (precios justos, menor consumo, precios internacionales a la baja, retraso cambiario y derechos de exportación), presente una caída interanual superior a la observada en noviembre y tengamos una acumulada anual levemente negativa”, afirmó OCLA.

DEL EXTERIOR NO LLEGAN BUENAS NOTICIAS
Para colmo de males, el viento de cola que significaron los precios internacionales de la leche en polvo –principal producto de exportación de la cadena láctea– durante la primera parte del año, rotó en contra: la última subasta quincenal de Global Dairy Trade (GDT) dejó una caída del 4% y el menor valor desde mediados de 2021.



La leche en polvo entera se ubicó a un precio de U$S 3.246 la tonelada, un desplome histórico frente a los casi U$S 5.000 millones a los que llegó a cotizar hace solo cuatro meses.