De acuerdo a los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, solo se sembró un millón de hectáreas de una proyección de 16,7 millones. ¿Cuánto se afectará el potencial?


En un año promedio, la soja de primera suele sembrarse entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre en la zona central del país, la principal región del país productora de la oleaginosa.

Fuera de esa ventana, productores y técnicos prefieren no sembrar el cultivo debido a la significativa caída de rinde y riesgos que implica cada día de atraso.

Tan solo para dar un ejemplo, la Bolsa de Comercio de Rosario, dice que, hace un año, se había implantado un 80% de la superficie de la soja de primera.

Ahora, en el 2022, se alcanzó a sembrar solo un millón de hectáreas (750.000 la última semana y 150.000 hectáreas la anterior) sobre una estimación de 16,7 millones de hectáreas, un dato que se desprende de la proyección que hizo la Bolsa de Cereales porteña en septiembre.

A esta muy adversa circunstancia, se suma también la dramática situación productiva que afecta al trigo, más el importante retraso del maíz.

SÚPER TARDÍA
Siguiendo con la soja, de acuerdo a la Bolsa rosarina, la siembra es tan detenida este año que, en algunas zonas, incluso se prevé implantar el cultivo a fines de diciembre.

Con este mapa de siembra para la oleaginosa, no hay antecedentes de algo similar, por lo menos, en los últimos 12 años: nunca se sembró una proporción tan grande de soja de primera luego del 15 de noviembre, indica los analistas de Rosario.
Por lo que el ciclo de soja de primera 2022/23 ve severamente afectado su potencial y, por ende, ya se espera la productividad más baja en los últimos 12 años y las peores condiciones de siembra.


SUELOS
La zona núcleo sojera está con las reservas de agua en rojo, aunque la zona donde mayor es el déficit comprende un 42% del área. Allí, las precipitaciones acumuladas en lo que va del año arrastran un déficit de 450 milímetros.

El avance de siembra en esta área esta en torno del 10 a 17% y las condiciones de implantación son muy limitantes.

En Rojas (Buenos Aires) explican que, desde el 25 de mayo hasta hoy llovieron solo 50 milímetros: 25 milímetros en mayo y 25 en los últimos 15 días. De esta manera, se sembró un 15% en de la soja de primera. Se avanzó en lotes muy bien rotados, barbechados y con buena cobertura. Se necesita lluvias, sí o sí, este fin de semana para avanzar en la siembra cerca de la fecha óptima de implantación.
En Bombal (Santa Fe), por su parte, dicen que, “el panorama es desolador: tenemos acumulados en lo que va del año solo 450 milímetros de los 850 promedio anual del área. Cuando caen 20 milímetros el viento se los lleva enseguida”. Allí el avance es del 1% y las labores se frenaron a la espera de agua.

El noroeste bonaerense es el área con las mejores condiciones. En Piedritas y alrededores tienen un avance del 50% y continúan sembrando por estos días, pero solo lotes con buena cobertura.

En definitiva, la campaña 2022/23 ha quedado envuelta en gran incertidumbre por la gran cantidad de agua que falta en los suelos.

El objetivo ya no es sembrar en las fechas de máximo potencial, el bbjetivo es sembrar como se pueda las hectáreas que están pendientes.