Mientras a nivel interno hay malestar por la caída de la pizarra en medio del alza global, el reporte del organismo estadounidense potenció la tendencia, con un recorte productivo en la cosecha 2022/23.


El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó este lunes su nuevo informe mensual con las estimaciones de oferta y demanda global, cuyas conclusiones encendieron aún más un mercado de la soja que en los últimos días ya había vuelto a recalentarse.

El USDA sacudió al mercado con un pronóstico de cosecha de soja en Estados Unidos de 119,16 millones de toneladas, cuatro millones menos que las 123,30 previstas en agosto y muy por debajo de las 122,36 millones estimadas por los operadores privados.
Según la consultora Granar, “esto es producto de una reducción tanto del rinde promedio como del área que llegará a la cosecha. De ese modo, el stock final de la oleaginosa fue proyectado en 5,44 millones de toneladas, el nivel más bajo desde la campaña 2015/2016. Por esto, el informe resulta alcista para el mercado de la soja”.

De allí que la oleaginosa subió casi U$S 30 la tonelada, hasta orillar los U$S 550.

CEREALES
Las proyecciones del USDA para el maíz también incluyeron un ajuste importante en su expectativa de cosecha, de 364,73 a 354,19 millones de toneladas, por menores rindes y por un achique en la superficie que llegará a la zafra.

Sin embargo, la caída del stock final no sería tan grave: de 35,27 a 30,95 millones de toneladas, en línea con los 30,91 millones previstos por el mercado.

“Esto último atenuó el impacto de un reporte que también es alcista para el cereal y que augura el nivel de existencias finales más bajo desde el ciclo 2012/2013”, mencionó Granar.

Por eso, la suba del cereal en Chicago fue discreta, de apenas unos U$S 4 la tonelada.

En el trigo, no hubo grandes cambios: el USDA aportó pocas novedades, al mantener estables sus previsiones sobre los volúmenes por exportar de Rusia, Ucrania, Australia y Canadá.

En este cultivo, Chicago operó con una baja de casi U$S 4.