Un informe de Coninagro muestra los problemas que están sufriendo diferentes economías regionales. Según un reporte de la Fauba, se frenó la siembra de girasol y corre riesgo el maíz temprano.


Un reporte difundido por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) alertó sobre los daños que ha provocado la sequía que viene azotando al país a lo largo de todo 2022, de la mano de la incidencia del fenómeno La Niña, que en la campaña 2022/23 podría hacerse presente por tercer ciclo consecutivo.

Coninagro citó los casos de algunas economías regionales perjudicadas por la falta de agua, en un fenómeno que se ha extendido a todos los puntos cardinales: desde el NEA, en Misiones, con la yerba mate; hasta la Patagonia, con las frutas.
En la yerba mate, por ejemplo, el dirigente Orlando Stvass, tesorero de Coninagro y presidente de la Federación de Cooperativas de Corrientes, afirmó que están a punto de terminar la zafra y arrastran una pérdida del 25 al 30% de la producción total.

“Por consecuencia de la sequía hemos perdido plantaciones nuevas que debieron ser repuestas a un costo muy alto. También hubo mortandad de plantas que nos llevaron a una merma productiva en nuestra zona. En el invierno tuvimos un régimen más regular y eso nos dio un poco de aire freso, pero debemos esperar 4 o 5 años para que los ciclos vuelvan a entrar en producción, siempre y cuando la primavera y verano vengan bien sin efecto Niña otra vez”, explicó el cooperativista de Colonia Liebig.

FRUTAS
Asimismo, el presidente de Primera Cooperativa Frutícola, Sergio Riskin, subrayó que el norte de la Patagonia viene sufriendo una severa sequía, que se ha aliviado un poco este año por las nevadas registradas en la Cordillera de los Andes, pero las lluvias siguen siendo insuficientes.

“Los bajos caudales de los ríos algo van aumentar, el riego en las zonas frutícolas para la temporada que se inicia está asegurado, pero el bajo nivel que registran los lagos de las represas hidroeléctricas llevará años recuperarlo”, expresó el productor de peras y manzanas.

SIEMBRA GRUESA
En paralelo, el servicio de divulgación científica “Sobre la Tierra”, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), difundió un artículo en el que se advierte la preocupación por esta tercera Niña consecutiva que, además de haber reducido con fuerza la siembra de trigo y de estar generando problemas con los lotes ya implantados, está complicado el inicio de la campaña gruesa.

Según Adela Veliz, docente de Climatología y Fenología Agrícolas en la FAUBA, la escasa humedad superficial en la Región Pampeana compromete el inicio de las labores de siembra para los maíces tempranos, mientras que en la Región Chaqueña causó la interrupción de la siembra de girasol.



“Las condiciones deficitarias también afectan a las reservas de agua en los suelos. Solamente el este de la Mesopotamia y de la Región Pampeana mantienen condiciones adecuadas, mientras que hacia el oeste se acentúa el desecamiento de los perfiles. El mes de agosto concluyó con un importante déficit de agua. Este invierno ya está entre los más secos de los últimos años”, afirmó la experta de la FAUBA.

Y en el mismo sentido, añadió: “Después de un invierno extremadamente seco, con precipitaciones por debajo de lo normal en casi todo el territorio nacional, salvo en el norte de la Patagonia, se observa un agravamiento de las condiciones de sequía en la zona núcleo, en el norte y el oeste de la Región Pampeana, en el sur del Litoral, en el NOA y en el NEA”.