Más allá de los rindes en la producción primaria, hoy se apunta a variables como sostenibilidad, calidad y el impacto en el medio ambiente.


En los últimos años, los consumidores a nivel global reclaman una mayor trazabilidad de la producción agropecuaria, sin perder de vista la sustentabilidad. Entre otros puntos, los países productores de granos trabajan en proyectos que permitan una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un corto período de tiempo.

En este contexto, y en el marco del 30° Congreso de Aapresid, el INTA expuso sobre la oportunidad de los biocombustibles para consolidarse como una garantía para la reducción de emisiones.
Jorge Hilbert, especialista del Instituto de Ingeniería Rural del INTA, explicó que es necesario reforzar la producción de biocombustibles. “Son los productos derivados del sector agrícola que nos van a permitir, en un futuro no muy lejano, una reducción de emisiones muy importante en muy corto período de tiempo”, remarcó.

En su exposición, destacó que esta tendencia cobrará relevancia cuando los consumidores estén al tanto acerca del valor agregado ambiental que genera la producción de bioenergía.


“Debemos estar preparados cuando llegue ese momento”, indicó Hilbert. Además, planteó la posibilidad que tiene el país, en el nuevo contexto mundial, de posicionarse como un productor de energías limpias.

Además de la capacidad para producir bioenergía, el especialista afirmó que un factor clave para las empresas pasa por demostrar que los biocombustibles emitieron menos gases de efecto invernadero.

LA CADENA DE LA BIOMASA
“Somos productores de biomasa, que tiene dos características fundamentales: la baja densidad energética y la alta dispersión geográfica. La biomasa es fundamentalmente un negocio de logística y transporte”, indicó Hilbert.

A su vez detalló todos los engranajes de la cadena, que incluye -entre otros- cultivos, uso del suelo, políticas de bioenergía, mercados y nuevas tecnologías. “A veces, se cae en reduccionismos de estudiar las emisiones de un producto como si fuera un producto industrial, cuando es mucho más diverso y complejo”, puntualizó.

En esa línea, afirmó que la producción agropecuaria primaria dejó de ser el factor central: “Hoy la sostenibilidad, la calidad, el impacto en el medio ambiente cobra más importancia y requiere un mejor entendimiento de las interrelaciones entre los sectores y las actividades”.