Es la principal provincia productora de esta legumbre. Se terminaron implantando apenas 12.000 hectáreas, un 21% menos que el año pasado y un 69% por debajo del promedio de la última década.


El garbanzo, al igual que los cereales de invierno, está muy afectado por la falta de lluvias en su principal provincia productora: Córdoba.

Para la campaña 2022/23, de acuerdo a los datos de la Bolsa de Cereales de esa provincia, se espera la menor superficie sembrada de la legumbre de los últimos 11 años, llegando casi a las 12.000 hectáreas, lo que implicaría una caída del 21% interanual y del 69%, con respecto al promedio histórico (2011-2021).
El desplome, producto de varios años consecutivos con bajo nivel de lluvias en el otoño y condiciones de mercado que se deterioraron, es tal que hace solo cuatro años se habían llegado a sembrar 86.000 hectáreas, siete veces más que este año.

ESTADO Y SANIDAD
Hasta el momento, dicen desde la entidad cordobesa, la mayor parte del área se sembró hacia el norte de la provincia, concentrándose en los departamentos Colón, Totoral y Río Primero.



Por su parte y en lo que hace al avance del cultivo, la primera quincena de julio, el garbanzo se encontraba atravesando su estadio vegetativo, es decir, acumulando biomasa, la cual influirá en la definición del rendimiento.
En cuanto a su condición general, agregan los técnicos de la entidad, era muy variable, lotes bajo riego presentaban entre muy buenas y excelentes condiciones, mientras que éstas eran entre buenas y malas para aquellos cultivados en secano, los cuales presentarían un leve retraso en el crecimiento debido a la falta de agua.

En cuanto a la sanidad, la condición hasta el momento es aceptable y no fue reportada la presencia de plagas y/o enfermedades.