El establecimiento comenzó un plan de inversión para incorporar tecnología y mejorar la calidad de sus vinos; en 2021, ganó la medalla de oro en un concurso sanjuanino


Gracias a la incorporación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), la bodega familiar Puerta Oeste –ubicada en la localidad neuquina de Senillosa- pudo mejorar la calidad de los vinos. Tal fue así que su malbec recibió el año pasado la medalla de oro en el 33°concurso del Consejo Profesional de Enólogos y Centro de Enólogos de San Juan.

Esta pyme familiar, alzada a unos 33 kilómetros de la ciudad de Neuquén, comenzó a trabajar junto al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y a la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR). El fin de esta cooperación era mejorar la calidad de los vinos, incorporar tecnologías y optimizar las prácticas higiénicas e inocuas de las bodegas, a través de la implementación de herramientas y tecnologías.
Con esta colaboración se buscaba que Puerta Oeste alcance el 80% de los requisitos de BPM, definidos por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Tras ser asistidos técnicamente por dos años, la bodega logró cumplir con el 61,36% de los requerimientos, principalmente a los relacionados a la mejora en la trazabilidad y en las adecuaciones edilicias.

Pero como la idea era profundizar las Buenas Prácticas de Manufactura, la bodega –con asistencia del INTI- inició en 2020 la segunda etapa de su plan de mejora. En esta oportunidad se realizó un trabajo relevante en materia de documentación, registros, estandarización de procesos, capacitaciones, orden y limpieza. Con estos avances, Puerta Oeste logró cumplir con el 81% de los requisitos, agregando valor al vino producido en esta pyme.


Al respecto, el titular de la bodega, Julio Penros, observó: “En la búsqueda de elaborar productos de alta gama, la aplicación de las BPM nos permitió realizar una trazabilidad e imponer una reducción de tiempos en la producción que fue muy significativo. Fuimos percibiendo esa mejora a medida que avanzábamos en su aplicación. Cuando hubo dudas, siempre tuvimos una rápida respuesta de las especialistas del INTI en Neuquén, incluso en pandemia”.

La articulación que propone el INTI consiste en promover la difusión de conocimiento en el sector industrial para que las bodegas puedan incorporar los beneficios de calidad y productividad que trae aparejada este tipo de tecnologías. En muchas oportunidades, el financiamiento para este tipo de proyectos se logra a través de convenios con entes nacionales, provinciales o a través de acceso a créditos destinados a desarrollos productivos.